miércoles, 22 de octubre de 2008

2.5. El Imperio Inca

Surgimiento de un Imperio

El dominio del Imperio Inca sobre la región andina marcó el Horizonte Tardío de dicha área cultural, el cual se extendió durante casi 100 años desde 1450 a 1532.

El origen histórico del pueblo inca no es muy claro. Algunos estudios señalan que los incas surgieron de la migración de refugiados del antiguo reino de Taypiqala, quienes se asentaron en los valles del río Huatanay iniciando un proceso que culminaría con la fundación de Cusco. Por su parte, los propios incas narraban dos leyendas diferentes sobre la fundación de su pueblo, ambas alrededor del héroe mítico Manco Cápac.

La primera historia narra cómo Manco Cápac y su esposa y hermana Mama Ocllo surgieron del fondo del sagrado lago Titicaca por orden del dios-sol Inti. El dios les ordenó dirigirse hacia el norte, tratando de hundir una vara de oro en la tierra. Fue así como llegaron hasta Cusco donde la vara se hundió y el nuevo reino fue fundado.

La segunda historia, conocida como la Leyenda de los Hermanos Ayar, narra cómo después que Viracocha creó el mundo, cuatro parejas salieron de la cueva Pacaritambo. Estas parejas fueron Ayar Cachi y Mama Huaco, Ayar Uchu y Mama Ipacura, Ayar Auca y Mama Rahua, y Ayar Manco y Mama Ocllo. Ayar Cachi fue encerrado de nuevo en Pacaritambo debido a que destruyó cuatro cerros a pedradas y los demás hermanos le temieron. El dios Inti le habló en sueños a Ayar Uchu diciéndole que Ayar Manco debía cambiar su nombre a Manco Cápac y guiar a los demás a Cusco. Tras dar el mensaje, Ayar Uchu se transformó en piedra.

Manco Cápac fundó Cusco alrededor del 1200 d.C, construyó el Templo del Sol y fundó la dinastía Urin Cusco, la cual gobernó la llamada Época Pre-estatal, durante la cual Cusco se impuso poco a poco a sus vecinos. Este período culminó con el fin del reinado de Cápac Yupanqui en 1350. Ese mismo año Inca Roca inició la dinastía Hanan Cusco, la cual comenzó la expansión imperial de los incas. En 1438 fue coronado Pachacúyec, con quien se alcanzó el máximo esplendor imperial.

El Tahuantinsuyo

Los incas llamaron a su imperio Tahuantinsuyo, que significa en quechua “las cuatro regiones”, ya que administrativamente estaba dividido en cuatro regiones o suyos:
  • Chinchaysuyo: que se extendía hacia el norte por la costa del centro y norte de Perú, el territorio de Ecuador y llegaba hasta el sur de Colombia.
  • Collasuyo: que se extendía hacia el sur abarcando el occidente de Bolivia, el norte de Chile y el noroeste de Argentina.
  • Antisuyo: que se extendía hacia el este por una franja de territorio en Perú y Bolivia.
  • Contisuyo: que se extendía hacia el oeste en la costa sur de Perú.

Cada región estaba dividida en provincias o wamani, las cuales a su vez se dividían en sayas. Además, en cada región había un gobernador con el cargo de virrey.

En el centro de las cuatro regiones se encontraba la ciudad sagrada de Cusco, capital del imperio y “ombligo del mundo”. El gobierno imperial era de tipo monárquico teocrático, liderado por un Emperador al que se le atribuía un origen divino como hijo del dios-sol Inti. Entre los títulos que ostentaba estaban el de Apu Inca (divino inca) y Sapa Inca (único inca).

Por debajo se encontraba la Realeza, integrada por la familia cercana del Emperador. Más abajo estaba la Nobleza, a la que pertenecían los restantes familiares del Emperador, altos dignatarios, generales y sacerdotes. En la última escala social se encontraba el pueblo o Ayllu, conformado por comerciantes, agricultores, soldados y esclavos. A pesar de este sistema social estratificado, existía entre los incas la idea de que el estado debía operar en beneficio del pueblo, pues esta era la voluntad de Inti.

El Emperador era apoyado por un Consejo Imperial integrado por los gobernadores de los suyos, el príncipe heredero (Auqui), el sumo sacerdote (Willaq Uma), un amauta y el general del ejército imperial (Apuskipay).

La conquista de nuevos territorios se realizaba mediante la negociación y la diplomacia basadas en los principios de reciprocidad y redistribución. La conquista armada se dejaba como un último recurso.

La fortaleza de Sacsayhuamán en Cusco.

Agricultura y Comercio

La economía inca se sustentaba en la agricultura de tierras comunales. Los principales productos que se cultivaban eran la papa y el maíz. También se cultivaba frijol, camote, zapallo, maní y frutas. Para poder sembrar en laderas pronunciadas los incas perfeccionaron el sistema de andenes: terrazas rellenas con tierra vegetal contenidas con muros de piedra. Canales, acueductos y otros sistemas hidráulicos les permitieron cosechar en regiones de poca lluvia, principalmente en la árida costa peruana.

Las llamas y alpacas eran criadas tanto por su carne como por su lana. También se cazaban guanacos y vicuñas. Los primeros eran buscados por su carne, mientras que a las segundas se les quitaba la lana y se les ponía nuevamente en libertad. La alimentación era complementada con patos y gallinas criados en corrales, así como con la caza de aves silvestres y la pesca en regiones costeras.

Los incas aprovecharon al máximo los sistemas de caminos creados a lo largo de los Andes por pueblos anteriores a ellos. El comercio se constituyó en un factor de unificación y control imperial. Los sistemas viales se renovaron con calzadas construidas en piedra, así como una amplia red de puentes colgantes a base de sogas que podían alcanzar hasta 100 metros de longitud. Al lado de los caminos principales se construyeron tambos, edificaciones públicas utilizadas como posadas por los viajeros y comerciantes.

La utilización del quipu fue otro factor que agilizó la actividad comercial en el Imperio Inca.

Arquitectura Inca

Los incas desarrollaron un estilo funcional en sus estructuras públicas con una plaza abierta rodeada de edificios públicos y rituales en el centro de sus ciudades. La construcción con enormes bloques de piedra tallada que encajan perfectamente y se sostienen sin necesidad de argamasa aún sorprende a los ingenieros y arquitectos.

La ciudad de Cusco es quizás el mejor ejemplo de la arquitectura inca. Se narra que Pachacútec la reconstruyó tras haber sido destruida durante la guerra contra los chancas. En el plano la nueva Cusco tenía la forma de un puma, con la cabeza representada por la fortaleza de Sacsayhuamán. Otros puntos importantes de la ciudad eran Ollantaytambo, el Coricancha, y las plazas Huacaypata y Cusipata, las cuales eran separadas por el río Huatanay.

Otras ciudades importantes del imperio fueron Quito, Huánuco Pampa, Tomebamba, Cajamarca, Vilcashuamán, Coricancha y Machu Picchu.

Arte y Cultura

La cerámica inca se caracterizó por su producción en masa mediante moldes, lo cual era una innovación en los Andes. El imperio impulsó un estilo estandarizado en todas las provincias, utilizando diseños geométricos en una gran variedad de tonos. Entre los textiles destacan los tocapus (tejidos con diseños geométricos), los tapices y el arte en plumas. Además de la lana de vicuña y llama, también se usó el algodón.

El trabajo en metales como el oro y la plata se utilizaba con fines estéticos y ceremoniales. Estos metales preciosos abundaban en el imperio. El oro era relacionado con el culto del dios-sol Inti.

La música inca se basaba en un sistema de cinco notas y se interpretaba con instrumentos de viento y percusión tales como la quena, el siku, la tinya, el calabacín, la zampoña, el wankar, el tambor y la baqueta.

La astronomía inca se centraba en el culto al Sol. Muchos templos incas funcionaban como observatorios astronómicos. Tal es el caso del Templo de las Tres Ventanas y el Intihuatana (reloj de sol) en Machu Picchu. Los incas manejaban un calendario muy exacto e incluso se cree que podían predecir eclipses con gran precisión.

La Religión Inca

Aunque el culto solar a Inti se constituyó como la religión del estado inca, vinculada a la “divina naturaleza” del Emperador como su hijo y a la fundación misma de Cusco, este no era el principal dios del panteón inca. Tal título le corresponde a Viracocha como creador del mundo y divinidad del mar y de las aguas bajo el nombre de Kon Tiqqi.

Los principales dioses de los incas son:

  • Viracocha: el gran creador y maestro del mundo. Su tradición es la más extensa en los Andes tanto en el espacio como en el tiempo. Ya los primeros pueblos andinos veneraban al ancestral “Dios de las Varas”. El mítico origen de los incas en el lago Titicaca manifiesta el deseo de estos de vincularse a su culto. Se le representa al lado de Inti-Corikente, el colibrí dorado, mensajero de los dioses.
  • Inti: dios del Sol y siervo de Viracocha. Es el sol del mundo actual, hijo del sol del mundo antiguo, Ñaupapacha. Era el dios más popular entre los incas, patrono del Imperio y padre de cada Emperador.
  • Mama Quilla’: es la hermana y esposa de Inti. Diosa de la Luna y el firmamento.
  • Pacha Mama: la Madre Tierra, era muy reverenciada ya que gracias a ella se obtenía la papa, la yuca y demás alimentos que se cultivan en el campo. Es también la diosa de la fertilidad.
  • Pachacamac: es en realidad una faceta de Viracocha venerada en la costa central del Imperio Inca. Es también conocido como el Señor de los Temblores.
  • Mama Sara: diosa madre del maíz y los alimentos.
  • Mama Cocha: la Madre del Mar, representa todo lo femenino. A ella acudían los pescadores para calmar las aguas embravecidas y obtener una buena pesca.
Vista de la “ciudad perdida” de Machu Picchu.

La Crisis de Sucesión y la Caída del Imperio

Al morir Pachacútec en 1471, su hijo, Túpac Inca Yupanqui asumió el trono del imperio. Durante su gobierno expandió las fronteras incas y sofocó las sublevaciones chachapoyas. En 1493 lo sucedió Huayna Cápac, a quien se considera como el último verdadero emperador inca. Al morir en 1525 en Quito, dividió el imperio entre sus hijos Huáscar y Atahualpa. El primero gobernaría Cusco y el segundo Quito. Sin embargo, ninguno de los dos hermanos estaba satisfecho con tal decisión. Tras una tensa calma, la guerra civil estalló en 1531. Tropas de ambos bandos marcharon por el centro y norte del imperio enfrentándose en sangrientas batallas. Tan sólo un año después Huáscar fue hecho prisionero y ejecutado por orden de Atahualpa. Pero el hermano victorioso no llegaría a colocarse la corona de Emperador. En 1532 llegó a Panamá el conquistador español Francisco Pizarro. Pronto supo de la existencia de un basto imperio de oro en las montañas del sur. Pizarro se apresuró a enviar espías al territorio inca, gracias a los cuales se enteró de la guerra civil que allí se libraba. Durante el viaje triunfal de Atahualpa desde Quito hacia Cusco, Pizarro lo esperó con sus tropas en Cajamarca y lo aprisionó. Debilitados por la guerra interna, los incas sucumbieron en poco tiempo ante los conquistadores españoles. Manco Inca, un emperador títere coronado por los españoles, intentó una última rebelión en 1536, huyendo a Vilcabamba en la selva al oeste de Machu Picchu. La revuelta duró hasta 1572, cuando Vilcabamba fue tomada y su último gobernante, Túpac Amaru, fue llevado a Cusco y ejecutado. El Tahuantinsuyo llegaba a su fin menos de 100 años después de haber logrado su esplendor.

Anotaciones para el Mundo Mágico: La última batalla por Machu Picchu

En 1911 el mundo quedó fascinado cuando el explorador estadounidense Hiram Bingham descubrió una “ciudad perdida” inca en un remoto valle de los Andes. Se trataba de Machu Picchu, una ciudadela construida durante el gobierno de Pachacútec como lugar de residencia de los Emperadores durante los fríos inviernos andinos. Bingham escribiría más tarde:

“Parecía como un sueño increíble. ¿Qué podía ser ese lugar? ¿Por qué nadie nos había dado alguna idea de él?”

La respuesta a estas preguntas hubiese maravillado al muggle estadounidense más que cualquier descubrimiento arqueológico. Machu Picchu no era ninguna ciudad perdida. Por lo menos no para la Comunidad Mágica.

Durante la Colonia los primeros magos españoles que llegaron a Perú se relacionaron con los hechiceros incas en mejores términos que sus compatriotas muggles. Pronto se creó un vínculo de confianza que llevó a los incas a mostrarles a los magos españoles algunas de las ciudadelas escondidas donde protegían su conocimiento mágico ancestral. Conociendo en carne propia el terrible destino que corría la magia descubierta por los muggles, los magos europeos enseñaron a los incas cómo volver un sitio inmarcable además de varios encantamientos anti-muggles. Durante los siguientes siglos, magos europeos, incas y peruanos lucharon por evitar que estas ciudades fuesen “descubiertas” por los muggles.

Sin embargo, a principio del siglo XX estalló una disputa por la propiedad de dichos sitios, la cual enfrentó a los hechiceros tradicionales indígenas con el Ministerio de Magia de Perú. Los indígenas reclamaban estos lugares como su herencia ancestral, mientras que el Ministerio de Magia exigía su control como “patrimonio histórico-cultural del Estado”. Para arbitrar en la disputa la Confederación Internacional de Magos envió al mago alemán Klaus Worgen como representante. El señor Worgen falló a favor del Ministerio peruano considerando que “todo lugar que guarde la tradición mágica de una nación es de interés general de dicha nación, y no solo de una minoría”.

El fallo desató la ira de los hechiceros indígenas quienes decidieron interpretarlo al pie de la letra. En un movimiento sorpresivo, quitaron todos los encantamientos anti-muggles que protegían Machu Picchu, permitiendo su hallazgo a Bingham. Espantados por esta acción, los funcionarios del Ministerio de Magia cedieron ante las exigencias de los descendientes incas. Al año siguiente los hechiceros bolivianos amenazaron con hacer lo mismo, logrando el control de sitios mágicos importantes en la zona del lago Titicaca.

Actualmente los hechiceros incas peruanos administran sitios importantes como la hermosa ciudad de El Dorado, los cuales se mantienen fuera del alcance de los muggles. Recientemente la Confederación Internacional de Magos ratificó el derecho de las comunidades mágicas indígenas a administrar su patrimonio histórico y cultural de manera autónoma, respetando su herencia y orgullo como pueblos.

Recursos de Investigación:

http://es.wikipedia.org/

Actividades:

1. Piensa un poco sobre las culturas antiguas americanas y comenta sobre lo siguiente:

  • ¿Cuál es la importancia cultural de conocer sobre nuestras culturas indígenas?
  • ¿Crees que el legado indígena americano tiene alguna validez en nuestra sociedad actual?
  • ¿Cuál es esa validez y por qué?
  • ¿Qué es lo más llamativo que has aprendido sobre los pueblos antiguos americanos?

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