miércoles, 31 de diciembre de 2008

4.2. Antigua China: Historia

Consideraciones acerca de la Historia de China

La China histórica abarca una enorme región del este y el centro de Asia, en la cual habitan cientos de pueblos diferentes. Sin embargo, los grandes protagonistas de la tradición china son el grupo étnico de los chinos Han, quienes crearon las principales lenguas chinas y el sistema de escritura de caracteres chinos. La tradición Han estudia la historia a través de los Ciclos Dinásticos, los cuales explican los acontecimientos históricos como el resultado de sucesivos gobiernos de reyes y emperadores, quienes pasaron por etapas de auge y declive.

Pero esta preponderancia de los Han es criticada por muchos historiadores quienes consideran que fundamentar el estudio de la historia china a partir de los escritos Han provoca un sesgo de conocimiento y una visión artificial de unidad cultural. A pesar de esto, el modelo de los Ciclos Dinásticos sigue siendo el más confiable para ordenar la confusa historia de China.

La Dinastía Zhou

La dinastía Zhou tomó el control del Norte de China tras derrotar a los Shang en la Batalla de Muye. El triunfo de los Zhou fue interpretado por estos como el paso de una dinastía corrupta a un gobierno de orden y justicia de acuerdo a una concepción filosófica conocida como El Mandato del Cielo. Este establecía la legitimidad del gobierno real concebido directamente por los dioses, quienes procuraban que el poder estuviese en manos de monarcas virtuosos, justos y sabios. La dinastía Zhou se consolidó bajo el gobierno de los primeros reyes, conocidos como el Rey Civilizador (Wénwáng), el Rey Guerrero (Wuwáng) y el Duque de Zhou. A este último se le atribuye la composición de uno de los primeros libros políticos chinos, el Shujing o Clásico de los Documentos, así como pasajes que comentan el Libro de las Mutaciones y el Clásico de las Odas.

El reinado de los Zhou puede dividirse en dos períodos: el gobierno de los Zhou Occidentales que duró hasta el año 771 a.C. y el gobierno de los Zhou Orientales que duró hasta el 256 a.C.

Los Zhou Occidentales se caracterizaron por un gobierno fuerte y centralizado, el cual tuvo su capital en las ciudades de Hao (Zhongzhou) y Feng. En el 771 a.C. el rey You repudió casarse con la hija del marqués del estado vasallo de Shen. Furioso, el marqués se unió a los nómadas Quanrong y destruyó Feng, asesinando al rey You. Su heredero, el rey Ji Yijiu, trasladó entonces la capital hasta Chengzhou, ciudad más al este y cercana a la moderna Luoyang. Esto marcó el final del poder central de los Zhou y el inicio del período de los Zhou Orientales.
La Gran Muralla a su paso por las cercanías de Pekín.

Primaveras y Otoños

Este período del reinado de los Zhou Orientales duró desde 722 hasta 481 a.C. Toma su nombre de la crónica conocida como Anales de las Primaveras y los Otoños, cuya autoría se atribuye al maestro Confucio.

La huída de Ji Yijiu debilitó a la dinastía Zhou, quienes retuvieron el Mandato del Cielo con el auxilio de los señores de Qin, Chang y Jin. Sin embargo, su poder fue solamente nominal y pronto los señores de dichos estados comenzaron a exigir más preponderancia como recompensa por la protección de la corona de los Zhou. El duque Zuang de Chang fue el primer noble en establecer un sistema proto-feudal que protegía el poder real a cambio de tierra y poder político. Este sistema buscaba resguardar la civilización contra los llamados pueblos “bárbaros” que rodeaban China. A pesar de esta denominación, algunos de estos pueblos habían alcanzado un nivel cultural comparable con el de los Zhou. Entre estos se puede mencionar a los Wu y los Yue.

El modelo proto-feudal generó una lucha por la hegemonía entre los reinos más grandes, los cuales peleaban entre sí utilizando a los reinos más pequeños como campo de batalla. Este pulso por el poder fortaleció a los reinos de Qin, Jin, Qi y Chu. En el 579 a.C. los cuatro reinos acordaron una tregua con la cual se repartieron los territorios de los estados más pequeños, manteniendo al rey Zhou como una simple figura simbólica.

En el 403 a.C. tres familias de la aristocracia de Jin (los Zhao, los Wei y los Han) se dividieron el reino tras derrocar a los señores y obligar al rey Zhou a reconocerlos. Al mismo tiempo el rey Gou Jian de Yue derrocó al rey Fu Chai de Wu, uniendo en una sola potencia a ambos estados costeros.

Los Reinos Combatientes

El segundo período de los Zhou Orientales se caracterizó por el caos político, la guerra entre reinos y el colapso de la corte de Zhou. Las disputas políticas llevaron al ascenso de siete estados conocidos como los Siete Reinos Combatientes: Qi, Chu, Yao, Han, Zhao, Wei y Qin. En todos estos estados los gobernantes se dieron a sí mismos el título de Rey, lo que implicaba el desconocimiento de la supremacía de los Zhou. El hierro sustituyó al bronce como principal material para la fabricación de armas y se construyeron muchas murallas para rechazar los ataques de los nómadas del norte y de otros estados vecinos. A pesar del caos, este fue también un período de esplendor para el pensamiento chino con el desarrollo del Taoísmo y el Confucionismo.

En el 371 a.C. la marquesa Wu de Wei murió sin dejar heredero. La guerra civil que estalló fue aprovechada por Zhao y Han para atacar. Pero los invasores no pudieron ponerse de acuerdo sobre cómo repartirse el territorio y abandonaron Wei misteriosamente. En el 354 a.C. Hui de Wei atacó Zhao. Qi mandó en auxilio de Zhao a su famoso general y táctico Sun Bin, quien marchó contra Wei, obligando al ejército a regresar para defender sus propios territorios. Esta táctica resultó exitosa y Qi derrotó a Wei en la Batalla de Guiling.

En el 341 a.C. Wei atacó Han, pero nuevamente Qi envió a Sun Bin a intervenir y evitar la victoria de Wei. Esto fue aprovechado por Qin para atacar Wei en el 340 a.C, por consejo del ministro Shang Yang. Gracias a estas victorias Qi y Qin se convirtieron en los dos estados más poderosos de China. Pero esta supremacía no iba a durar.

En el 389 a.C. el reino de Chu había iniciado una serie de reformas bajo la dirección del ministro Wu Qi. En el 334 a.C. Chu se preparó para atacar Qi. El rey de Qi persuadió a Yue para que atacara a Chu primero. Esta campaña fue devastadora y el contraataque de Chu le permitió la conquista de Yue, logrando así una enorme expansión territorial.

En un movimiento sorpresivo Qin atacó y conquistó la región de Shu. El poder que alcanzó le permitió derrotar a todos los demás reinos uno por uno a partir del 230 a.C. Para el 221 a.C. China había sido unificada bajo el mandato de un único y poderoso emperador.

La Dinastía Qin

La China Imperial fundada por los Qin perduró a lo largo de la historia con apenas unas ciertas interrupciones hasta 1912 d.C. La pronunciación de la palabra “qin” es parecida al español “chin”, por lo que se cree que este es el origen del nombre de China.

El rey Zheng de Qin, se proclamó Augusto Emperador tras la derrota de los demás Reinos Combatientes, adoptando el nombre de Qin Shi Huang (“Primer Augusto Emperador Qin”). Este título a diferencia del de rey tenía implicaciones religiosas, ya que sólo había sido utilizado para nombrar a los míticos Cinco Emperadores fundadores de la civilización china. Qin Shi Huang gobernó con mano dura, incluso despiadada, siguiendo una filosofía conocida como Legalismo, la cual buscaba la unificación política y cultural de China mediante un sistema de gran control sobre la sociedad. Fue así como se estandarizaron los códigos legales, los procedimientos burocráticos, la moneda, el sistema de escritura y las escuelas de pensamiento y estudio.

El lado oscuro de este proceso fue la persecución y ejecución de intelectuales, así como la quema de muchos libros de otras filosofías, principalmente del Confucionismo, escuela preferida por los anteriores gobernantes Zhou. La confiscación de armas, el servicio militar obligatorio en un ejército imperial, el mejoramiento del sistema de caminos y la destrucción de murallas y fortificaciones fueron algunas de las medidas adoptadas para destruir el sistema proto-feudal y restarle poder a las familias aristocráticas. En un intento por detener las incursiones de los nómadas del norte de una vez por todas, Shi Huang unificó muchas de las murallas del norte, creando la primera sección de la Gran Muralla China. Al final de su gobierno el emperador se había convertido en un tirano egomaniaco. Cerca de la capital de Xiangyang (actual Xian) construyó una monumental tumba donde fue enterrado junto a más de 7000 guerreros de terracota de tamaño natural.

Tras su muerte en 210 a.C, los consejeros Li Si y Zhao Ghao falsificaron el testamento real a favor del segundo hijo de Shi Huang, Huhai. El nuevo testamento ordenaba el suicidio del príncipe heredero Fusu, la destitución del general Meng Tian y el asesinato de toda su familia. Tres años después estalló una revuelta dirigida por los generales Cheng Sheng y Wu Guang. En el 207 a.C. la revuelta triunfó y Huhai fue obligado a suicidarse. Este fue el inicio de una serie de intrigas y asesinatos que terminaron con el ascenso al trono de Liu Bang.
Los Guerreros de Terracota de la tumba del emperador Qin Shi Huang.

El Imperio Han

Al tomar el poder de China en el 202 a.C. la dinastía Han de Liu Bang buscó distanciarse de las acciones tiránicas de sus predecesores, abandonando algunas de las prácticas centralistas del imperio y apoyando la diplomacia como principal forma de mantener la paz. Aunque algunas ideas del Legalismo se conservaron para mantener la unidad de China, el Taoísmo y el Confucionismo se revitalizaron. Incluso esta última se convirtió en la filosofía del estado durante el gobierno de los Han.

La economía de China prosperó durante este período y su influencia cultural alcanzó Vietnam, Asia Central, Mongolia y Corea. Durante el reinado del emperador Wu Di se derrotó a los nómadas Xiongnu y se abrieron rutas comerciales con Asia Central e India. La más importante de estas rutas fue la Ruta de la Seda, que permitió el contacto indirecto de China con Roma a través de los imperios de Kushan y Partia. Incluso se narra el extraordinario viaje de un batallón romano al mando de Antonino Pío que alcanzó la capital Luoyang durante el reinado del emperador Huan.

Entre los logros intelectuales del Imperio Han se puede citar el trabajo de Sima Qian, el historiador antiguo más importante de China. También apareció uno de los inventos chinos más trascendentales: el papel, cuya técnica de fabricación fue mejorada por Cai Lun en el 105 d.C.

La dinastía Han se divide en dos períodos: la Dinastía Han Anterior u Occidental (del 202 a.C. al 9 d.C.) y la Dinastía Han Posterior u Oriental (del 25 al 220 d.C.). Durante el primer período la prioridad de los emperadores fue ordenar el territorio imperial y reducir la amenaza de los nómadas. La capital se encontraba en la ciudad de Changan, desde donde se administraba la recaudación de impuestos y la seguridad de las rutas comerciales.

En el año 9 d.C. el deterioro de la economía en las provincias fue aprovechado por Wang Mang para hacerse con el poder y declarar una nueva dinastía: la Xin. Sin embargo, Mang fue derrotado en el 24 d.C. por el emperador Guangwu, quien aprovechó el descontento popular y la rebelión de los Cejas Rojas, restableciendo el Imperio Han y declarando Luoyang como nueva capital.

El segundo período Han fue de gran prosperidad durante el reinado de los tres primeros emperadores. Pero en el 170 d.C. las desastrosas inundaciones del río Amarillo desataron la hambruna y la rebelión. Los jefes militares se aprovecharon para quitarle poder al emperador. El último emperador Han, Liu Xie, se convirtió en un comodín en medio de una guerra civil entre los generales Cao Cao, Liu Bei y Sun Quan. En el 220 d.C. Xie fue obligado a abdicar por Cao Pin, hijo de Cao Cao (quien había muerto ese mismo año). Como resultado China se dividió en tres reinos: Wei, Wu y Shu. Durante este período de guerra (quizás el más sangriento de la historia china) la población se redujo drásticamente de 56 millones a tan sólo 16 millones de habitantes.

Dinastía Jin y los Dieciséis Reinos

En el 263 d.C. Wei conquistó el reino de Shu, quebrando el poder de los Tres Reinos. Dos años después Sima Yan derrocó al emperador de Wei, perteneciente a la familia Cao, e instauró la dinastía Jin. En el 280 d.C. los Jin conquistaron Wu, unificando nuevamente China. Pero esta unidad duró poco. En el 311 d.C. Luoyang cayó bajo la invasión de los nómadas del norte comandados por Han Zhao. La corte huyó hasta Changan, de donde tuvo que escapar nuevamente por el ataque de Zhao cinco años después. El gobierno de las provincias del norte fue abandonado y la ciudad de Jiankang (actual Nanjing) fue declarada nueva capital. Aunque los Jin continuaron gobernando el sur, su reinado estuvo amenazado constantemente por las rebeliones y las intrigas políticas. En el 420 d.C. la renuncia del emperador Gong dio origen a la dinastía Song, la primera de las Dinastías Meridionales.

Mientras tanto, en el norte los pueblos nómadas fundaron una serie de reinos que lucharon entre sí durante el período conocido como los Dieciséis Reinos. Este se extendió hasta el 440 d.C. cuando los Touba unificaron la región y fundaron la dinastía Wei, la primera de las Dinastías Septentrionales.

Anotaciones para el Mundo Mágico: Las siniestras Mariposas Nocturnas

En la Antigua China la magia siempre tuvo un papel preponderante. La adivinación, el estudio de hechizos y encantamientos y la creación de pócimas están documentados desde la dinastía Zhou en cientos de textos que hoy en día se conservan en la prestigiosa biblioteca de la Academia Mágica y Filosófica de la Montaña Kunlun. Muchos de estos textos datan del período del Imperio Han, momento decisivo para la magia China. Zhang Yanjing, actual director de la academia, ha estudiado la influencia de la Comunidad Mágica china durante el reinado Han.

“Los magos eran bien vistos por la corte Han. El emperador Wu Di no sólo construyó una gran academia confucionista al sur de Changan, sino que también fundó una enorme biblioteca mágica en ese centro. Los adivinos taoístas eran frecuentemente consultados por los altos funcionarios y los ministros.”

Pero no toda la magia fue bien recibida. Las Artes Oscuras eran una preocupación para los primeros emperadores Han. Durante el gobierno del emperador Wen (segundo gobernante Han) un fuerte código de conducta mágica fue redactado con ayuda de importantes magos de la corte. Este código es conocido como la Ordenanza del Caldero Puro, y en él se prohibían varias prácticas consideradas como brujería. La respuesta no se hizo esperar. Zhi Liu (legendaria bruja de gran poder y belleza) fundó la sociedad secreta de las Mariposas Nocturnas, la cual amparó a brujas seguidoras de las prácticas prohibidas por la ordenanza. Algunas de sus miembros fueron incluso importantes personalidades de la corte. Una hija de la primera emperatriz de Wu Di intentó evitar la remoción del título de su madre utilizando maldiciones y pociones ilegales para controlar a varios oficiales. El descubrimiento de su plan condujo a la masacre de cientos de personas implicadas.

Durante el gobierno del emperador Cheng, una joven bruja conocida como Golondrina Voladora acusó a la emperatriz de brujería. Gracias a esta artimaña logró instalarse en la corte y convertirse en la nueva emperatriz en el 16 a.C. Pero su engaño fue descubierto por los magos reales que se encargaron de ejecutarla tres años después.

La tradición mágica cuenta que las Mariposas Nocturnas llegaron a su fin en el 311 d.C. cuando fueron aniquiladas en su totalidad durante la destrucción de Luoyang por la invasión de los nómadas del norte.

Recursos de Investigación:


“Despertar a la Vida: Tesoros de la Antigua China”, revista National Geographic en español, octubre de 2001

“Han”, revista National Geographic en español, febrero de 2004

“En Busca de la Muralla”, revista National Geographic en español, enero de 2003

Actividades:

1. Busca y presenta a tus compañeros información sobre los Guerreros de Terracota de la tumba del emperador Qin Shi Huang.

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