- Utilización de calendarios rituales de 260 días y civiles de 365 días.
- Numeración con base al 20.
- Escritura pictográfica-jeroglífica.
- Un panteón politeísta de divinidades similares.
- Nagualismo: creencia en la capacidad de los seres humanos de transformarse en animal y viceversa. Al ser una práctica individual, difiere del totemismo que es colectivo.
- Coexistencia del pensamiento mágico y el pensamiento lógico.
- Cultura agrícola sustentada en el valor nutritivo y ritual del maíz.
Los Olmecas
Algunos consideran a la cultura olmeca como la cultura madre de Mesoamérica, pues refleja la culminación de los procesos culturales que se venían gestando en la región. La cultura olmeca se desarrolló en las costas de Veracruz y Tabasco, en medio de una franja de pueblos proto-mayas. Su consolidación se da durante el siglo XII a.C. durante el Periodo Preclásico. Muchas de las características que definen a la región mesoamericana aparecieron con esta cultura, incluyendo el culto a la Serpiente Emplumada, la primera escritura del hemisferio occidental y la invención del cero. Los principales centros ceremoniales olmecas fueron La Venta (ciudad que pudo albergar una población de hasta 18000 habitantes), San Lorenzo (primera ciudad olmeca fundada en el 1500 a.C.) y Tres Zapotes (última ciudad en desarrollarse).
Entre las expresiones culturales más llamativas de los olmecas se encuentran las cabezas colosales de piedra de hasta 4 metros de altura y un peso de varias toneladas. Se desconoce su verdadero significado, aunque algunos autores proponen que son retratos de jugadores del ceremonial juego de pelota o quizás miembros de la élite gobernante olmeca. También abundan las figuras de jade que representan al hombre-jaguar, animal que era centro de la religión olmeca.
Se desconocen las razones de la decadencia de esta cultura alrededor del siglo V a.C.
Ejemplo de las cabezas colosales olmecas.
La poderosa Teotihuacan
El Período Clásico de Mesoamérica está fuertemente relacionado al poderío de una sola ciudad: Teotihuacan. Fue construida al noreste del valle de México, en la rivera norte del lago Texcoco. Se desconoce con certeza de dónde provenían sus fundadores, e incluso su nombre original. El término Teotihuacan, de origen náhuatl y que significa “Ciudad de los Dioses”, fue dado a la ciudad cuando fue descubierta por los mexicas-aztecas mucho tiempo después de su caída.
Alrededor del siglo II d.C. la ciudad disputó su poder con la sureña Cuicuilco, hasta que esta última fue destruida por el volcán Xitle. Pronto Teotihuacan pasó a ser un poderoso estado expansionista que extendió su influencia mediante un complejo y muy astuto sistema de comercio por todo Mesoamérica. Su influencia política alcanzó a la capital zapoteca de Monte Albán y a la poderosa ciudad maya de Tikal. Para la época de mayor auge, el 80% de los 200 mil habitantes de la cuenca del Texcoco habitaban en la ciudad. Sin embargo, una serie de factores entre los que se cuenta el agotamiento de los recursos ecológicos, una crisis agrícola, alzamientos civiles y la presión de las ciudades vecinas en ascenso, produjeron el ocaso de la ciudad alrededor del 650 d.C. La caída de Teotihuacan repercutió en otros pueblos como los zapotecas y el mundo maya, dando fin al Período Clásico mesoamericano.
Los teotihuacanos refinaron el panteón mesoamericano, iniciando la devoción a divinidades cuyo culto sería adoptado por otros pueblos:
- Tláloc: el gran dios de la lluvia, asociado a la agricultura y la riqueza.
- Quetzalcóatl: dios de la sabiduría, representado por la Serpiente Emplumada.
- Chalchiuhtlicue: diosa de los ríos y mares.
- Huehuetéotl: poderoso dios del fuego.
Los Zapotecas
La cultura zapoteca se desarrolló al sur de México, en Oaxaca y el istmo de Tehuantepec. El origen de este pueblo es difícil de rastrear, ya que en sus propias leyendas se describen como nacidos de las rocas, árboles y jaguares de la región. Evidencia arqueológica ha establecido un primer desarrollo urbano zapoteca entre los siglos XV y IV a.C. en San José Mogote. Alrededor del 800 a.C, durante el Período Preclásico de Mesoamérica, los zapotecas se establecieron en los valles del actual estado de Oaxaca. Allí fundaron la gran ciudad de Monte Albán al mismo tiempo que florecían Teotihuacan en el centro de México y las ciudades Mayas en el sureste.
Aunque la cultura zapoteca era principalmente agrícola, dedicándose al cultivo de maíz y frijol, Monte Albán era una urbe importante, poseedora de hermosos edificios piramidales, estadios para el juego de pelota, tumbas magníficas y grandes mercados. Los zapotecas desarrollaron todo un estilo arquitectónico propio, una compleja escritura jeroglífica y avanzados conocimientos matemáticos y astrológicos. Su religión se basaba en una jerarquía sacerdotal que dirigían los rituales dedicados a sus diversos dioses, entre los que resaltan Xipe-Totec (el gran señor de la creación), Tlatlauhaqui (dios del Sol), Cocijo (dios de la lluvia representado por la combinación de los símbolos tierra-jaguar y cielo-serpiente) y Quetzalcoatl (dios del viento).
Durante el Período Clásico Monte Albán quedó dentro de la esfera de influencia de Teotihuacan, y decayó a principios del Período Posclásico. Alrededor del 1200 d.C. los zapotecas fueron expulsados de la ciudad por los Mixtecas, retirándose hacia el istmo de Tehuantepec. Durante el siglo XV lucharon junto a los mixtecas en contra del Imperio Azteca, aliándose posteriormente a estos últimos hasta la Conquista Española.
Los Toltecas
La legendaria cultura tolteca habría dominado Mesoamérica durante los primeros siglos del Período Posclásico. Algunos estudiosos manifiestan incluso que los toltecas habrían sido quienes acabaron con el dominio de Teotihuacan sobre la región. Es muy confusa la información que se tiene sobre esta cultura, debido principalmente a una gran controversia arqueológica que inició durante una mesa redonda en 1941. En dicha ocasión se identificó a los toltecas como los habitantes de Tollan-Xicocotitlan, ubicada en el estado mexicano de Guerrero. Los investigadores afirmaron entonces que esta era la mítica ciudad de Tollam a la que se referían varios pueblos posteriores a los toltecas como cuna de dicha civilización. Sin embargo, hoy en día se cree que Tollam era la conquistada Teotihuacan, y que el nombre que recibió Tollan-Xicocotitlan se debe a haber sido fundada por refugiados teotihuacanos que huyeron de los toltecas.
Entre lo poco que se sabe con certeza de los toltecas está el desarrollo de una clase dominante que no se sustentaba en sacerdotes ni sabios, sino en jefes militares organizados en órdenes cuyos nombres correspondían a sus animales totémicos: coyote, jaguar y águila. Culturas posteriores buscarían consolidar su posición declarándose herederas de Tollam, e identificando a sus reyes como descendientes directos de la Serpiente Emplumada.
El Monolito de Tláloc en el Museo Nacional de Antropología de México.
Anotaciones para el Mundo Mágico: El breve despertar de Tláloc
En abril de 1964 un enorme monolito teotihuacano, encontrado en la década de los 40 en Texcoco, fue trasladado por la Ciudad de México hasta su nuevo hogar en el Museo Nacional de Antropología. Durante su transporte cayó un torrencial aguacero de proporciones memorables sobre la ciudad, dejando sorprendidos a muchos de sus habitantes. La razón: el monolito era una representación de Tláloc, el poderoso dios de la lluvia. Para gran parte de los muggles mexicanos el evento no pasó a ser más que una muy curiosa coincidencia, pero en el ámbito mágico la historia fue diferente.
En 1977 el Profesor Noha Weather, director del Departamento de Conjuros y Encantamientos del Instituto de las Brujas de Salem en Massachussets, viajó hasta México para investigar el incidente. Sus descubrimientos fueron sorprendentes. Weather encontró que el monolito poseía un muy poderoso encantamiento diseñado para cambiar el clima de toda una región. Parecía absorber energía de ciertas emociones humanas para activarse.
“Es muy posible que los sacerdotes-magos teotihuacanos hayan creado este monolito para demostrar el poder del dios ante las multitudes de súbditos muggles. Ante la emoción que sentirían cientos de personas expectantes durante los rituales, el encantamiento automáticamente se activaría” –escribió el mago estadounidense en un artículo publicado al año siguiente de sus estudios.
El monolito evidencia un manejo impresionante de la magia por parte de los pueblos precolombinos. Aparentemente el día de su traslado por las calles de México, el monolito “despertó” debido a la expectación de las personas que se reunieron para admirarlo. Actualmente Tláloc ha vuelto a su “sueño” y puede vérsele a las afueras del museo en la avenida Paseo de la Reforma.
Recursos de Investigación:
http://es.wikipedia.org/
Actividades:
1. Investiga y presenta a tus compañeros información sobre alguna cultura indígena de Costa Rica: ¿quiénes son? ¿En qué lugares viven? ¿Cómo son sus creencias y tradiciones? Puedes buscar información en Internet, en libros, preguntando a tus profesores de colegio o universidad, visitando museos o yendo a algún pueblo indígena si tienes la oportunidad.
2. Investiga qué es un Sukia y compara sus características con las de un chamán, según la materia vista en el tema 1.3. Animismo y Chamanismo.
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