martes, 21 de octubre de 2008

2.3. El Imperio Azteca

Los Mexicas y la fundación de México-Tenochtitlan

Los Mexicas son uno de los varios pueblos nahua que emigraron desde la región de Aridoamérica hasta Mesoamérica tras la caída de Teotihuacan y el auge tolteca en el Período Posclásico. Aunque a sí mismos se daban el nombre de mexicas, historiadores posteriores los bautizaron con el nombre de Aztecas, término relacionado con la isla de Aztlán, lugar mítico del cual provendrían.
Según la tradición mexica, fue la caída de la legendaria ciudad de Tollan en el siglo XII la que motivó la migración mexica hacia el sur. Sin embargo, al llegar al altiplano central de México se toparon con un mosaico de pueblos de origen tolteca y nahua que dominaban los territorios, organizados en un sistema de poderosas ciudades-estado conocidas como altepetl. Rechazados continuamente por los grupos locales, los mexicas imploraron al dios Huitzilopochtli, quien les ordenó establecerse donde vieran a un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Aquella visión ocurrió sobre un islote del poniente del lago Texcoco. El 13 de marzo de 1325 los mexicas fundaron la ciudad de México-Tenochtitlan, en honor a Tenoch, el jefe que lideró el éxodo desde Aztlán.

Aunque en un principio los mexicas estuvieron bajo el mandato de la vecina ciudad de Azcapotzalco, en poco tiempo se levantarían como la última gran civilización mesoamericana, creando un imperio que dominaría a la mayoría de los pueblos del centro y sur de México.

Estructura Social

La sociedad mexica era predominantemente guerrera, liderada por un emperador conocido como tlatoani, el cual era electo por un Consejo Real de nobles y ejercía su cargo de manera vitalicia. La estructura social era claramente diferenciada, con una clase privilegiada conformada por nobles, militares, sacerdotes y grandes comerciantes (pochtecas), y una clase baja compuesta por artesanos, soldados, campesinos, cargadores y esclavos.

La sociedad mexica era teocrática, debido a la fuerte influencia que los sacerdotes ejercían sobre el tlatoani.

La lengua mexica era el náhuatl clásico. La educación estaba centrada en dos instituciones:
  • El Calmécac: donde los hijos de la clase alta eran educados como sacerdotes, militares o comerciantes.
  • El Telpochcalli: donde asistían los hijos de la clase baja. Aquí se enseñaban los diferentes oficios básicos.

El ejército de Tenochtitlan fue el más grande de su época en mesoamérica. Los soldados estaban armados con lanzas de madera con punta de obsidiana, arcos con flechas también de obsidiana, macuahuitl (macanas de un metro de largo con afiladas hojas de obsidiana incrustadas) y atlatl (palancas de madera para arrojar jabalinas capaces de perforar mallas de acero). Para defenderse poseían escudos conocidos como chimalli, hechos de madera y reforzados con tela o pieles pintadas y decoradas con plumas. También vestían fuertes cotas de algodón y yelmos de madera.

En el ejército azteca destacan los guerreros-jaguar y los guerreros-águila. Los primeros eran una espacie de fuerza especial de destacados soldados de clase baja que normalmente formaban parte de las primeras líneas de combate. Los segundos eran nobles que servían principalmente como exploradores, espías y mensajeros.

Pintura de la ciudad de México-Tenochtitlan. A la izquierda se aprecia el Templo Mayor.

Administración de la Ciudad

Aunque originalmente la ciudad de Tenochtitlan estaba en un solo islote del lago Texcoco, el crecimiento urbano llevó a los aztecas a ampliar artificialmente la ciudad hasta que esta conectó los islotes de Tlatelolco, Nonoalco, Tultenco y Mixhuca. Se calcula que en su momento de mayor esplendor la ciudad alojó una población de cerca de 500 mil personas, más que cualquier ciudad europea de la época.

La ciudad poseía un avanzado sistema de ingeniería hidráulica de rellenos, pilotes, canales internos, diques de contención y puentes. Era atravesada por tres amplias avenidas o calzadas que la comunicaban con las orillas del lago. Dos sistemas de acueductos llevaban el agua que se utilizaba para el aseo y el lavado.

Tenochtitlan estaba dividida en calpullis, barrios que agrupaban a los artesanos y trabajadores de acuerdo a su oficio. Estos calpullis se organizaban para competir entre sí durante las festividades más importantes de la ciudad.

Economía y Comercio

La economía azteca se sustentaba en un sistema agrícola administrado rigurosamente por la clase gobernante. Los habitantes de cada calpulli tenían una propiedad comunal donde cosechaban lo necesario para subsistir. El resto de la cosecha era tomada por el tlatoani, quien la repartía entre nobles y sacerdotes.

Los tributos que otras ciudades conquistadas pagaban a Tenochtitlan eran otra parte importante de la economía del imperio. En las ciudades más importantes residía un recaudador azteca denominado calpixque.

El comercio se desarrollaba en los diferentes mercados de cada calpulli de la ciudad. Además, existía un mercado central en Tlatelolco, en el cual se podían reunir hasta 40 mil personas a comerciar en los días de fiesta. El trueque era la forma más extendida en el intercambio de productos, aunque las semillas de cacao y las habichuelas también se utilizaron como moneda.

La Religión Mexica

La vida cotidiana del mundo azteca se organizaba en torno a la religión. La clase sacerdotal tenía una gran influencia sobre la nobleza y el pueblo. En las creencias mexicas se combinaban elementos de la tradición nahua, traídos desde sus tierras ancestrales, y elementos mesoamericanos de influencia teotihuacana. El Templo Mayor, en el centro de Tenochtitlan, era el centro de los rituales más importantes del calendario azteca.

Los principales dioses de la religión mexica son:

  • Huitzilopochtli: principal divinidad de los mexicas, es el dios supremo de Tenochtitlan y del Imperio Azteca. Los mexicas incluso llegaron a alterar los mitos de los pueblos conquistados para colocar a Huitzilopochtli por sobre cualquier otro dios. Parece ser que esta divinidad ya era venerada desde antes del viaje desde Aztlán. Representa al Sol, la guerra y el fuego.
  • Tezcatlipoca: dios de los gobernantes, los guerreros y los hechiceros; divinidad de la noche, la muerte y el conflicto. Da y quita las riquezas, y protege a los esclavos. Es el siniestro rival de Quetzalcóatl, pero junto a él se encargó de crear la tierra. Se le identifica con el jaguar.
  • Quetzalcóatl: es la divinidad del gobierno, los sacerdotes y los mercaderes. La Serpiente Emplumada es uno de los populares dioses mesoamericanos adoptado por los mexicas.
  • Tláloc: otro dios mesoamericano adoptado por los mexicas, es el antiguo proveedor, dios de la lluvia, la fertilidad y el rayo. También se le identifica como uno de los cuatro soles aztecas.
  • Xipe Totéc: dios de la primavera, la germinación y la renovación de la vegetación. Era considerado el patrono de los orfebres.
  • Xiuhtecuhtli: dios de la vida después de la muerte. Personificación de la luz en la oscuridad y la comida en épocas de hambruna.

Aunque la religión popular mexica era politeísta, en las clases altas había comenzado un proceso de sincretización en el cual todos los dioses se convertían en manifestación de una sola divinidad dual conocida como Ometéotl / Omecíhuatl. Esta divinidad era a su vez la personificación de la fuerza misma del cosmos denominada Téotl.

Uno de los mitos de la creación de los aztecas narra como los dioses se sentían vacíos y solos, por lo que Quetzalcóatl y Tezcatlipoca deciden crear la tierra. Para ello, Tezcatlipoca utiliza su pie como carnada para atraer al monstruo que vive en el mar ancestral. Cuando la colosal bestia le arranca el pie, Quetzalcóatl la atrapa y la mata. Luego, entre ambas divinidades extienden el cuerpo de la criatura transformándolo en montañas, cuevas, ríos y lagos.

Otro mito narra cómo los dioses se reunieron en Teotihuacan (la ciudad de los dioses) y decidieron crear el mundo para llenar el profundo vacío. Para lograrlo, uno de ellos tenía que sacrificarse lanzándose a una enorme hoguera. Dos dioses se ofrecieron, pero al momento del sacrificio el más fuerte de los dos se arrepintió. Entonces el más débil se lanzó y se transformó en el Sol. El fuerte se sintió avergonzado y celoso, así que también se lanzó. Pero debido a su duda no brilló tan fuerte y se transformó en la Luna. Para que ambos astros se movieran en el cielo, los demás dioses ofrecieron su sangre para alimentarlos. Es por ello que los mexicas practicaban el sacrificio humano, buscando alimentar el viaje constante del Sol y la Luna por el firmamento con la sangre de las víctimas.

Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, los dioses creadores.

El Imperio Azteca

En 1425 el rey Maxtla de Azcapotzalco decidió conquistar la ciudad de Tenochtitlan. Ante el inminente triunfo de los invasores, Chimalpopoca, tlatoani de los aztecas, se suicidó en 1427. El Consejo Real coronó entonces a Itzcoatl, quien se alió con Texcoco y en 1428 arrasó Azcapotzalco. Esta victoria fue el comienzo del esplendor del Imperio Azteca.

Ese mismo año Tenochtitlan y Texcoco se aliaron con Tlacopan, dando origen a la Triple Alianza, la cual extendió su poderío por el centro y sur de México subyugando a otros pueblos y cobrándoles tributo. Aunque la alianza establecía una equidad entre los tres reinos que la conformaban, en la realidad los aztecas tenían un predominio casi total sobre las decisiones que se tomaban.

Durante el reinado de Moctezuma I el Grande los territorios bajo control azteca se ampliaron por todo México. Para 1500 el poder azteca era absoluto. Los ejércitos de Tenochtitlan avanzaban en guerra constante contra sus enemigos. Algunas de estas guerras, conocidas como las Guerras Floridas, tenían como único objetivo conseguir víctimas para los sacrificios multitudinarios.

Sin embargo, este poder también generó grandes enemigos. El principal de ellos era el reino de Tlaxcala, el cual veía a los aztecas como un peligro permanente a sus intereses.

El 8 de noviembre de 1519 los conquistadores españoles liderados por Hernán Cortés llegaron a Tenochtitlan y fueron recibidos triunfalmente por Moctezuma Xocoyotzin, quien fue hecho prisionero en su propio palacio poco después. En junio de 1520 los aztecas se alzaron en contra de los españoles. Buscando calmar los ánimos, Cortés pidió a Moctezuma que interviniera, pero este fue apedreado por su propio pueblo. La noche del 30 de junio, los aztecas liderados por Cuitláhuac atacaron a los españoles y los expulsaron de la ciudad causándoles grandes bajas. Este suceso es conocido como la Noche Triste.

Cortés y sus hombres se refugiaron en Tlaxcala en donde lograron sumar un enorme ejército con refuerzos propios y ayuda de los pueblos sometidos por los aztecas. En enero de 1521 comenzó el sitio de Tenochtitlan. Durante el sitio, una epidemia de viruela asoló a las fuerzas defensoras. La enfermedad había sido traída por los españoles desde Europa sin saberlo. El propio Cuitláhuac fue una de las miles de víctimas. La última defensa azteca recayó en manos de Cuauhtémoc, el último tlatoani. Pero la ciudad por fin fue tomada y arrasada el 13 de agosto de 1521.

Anotaciones para el Mundo Mágico: ¿Artes Oscuras Aztecas?

Durante largo tiempo los Aztecas han poseído una muy mala fama de crueles y sanguinarios. Esto se debe principalmente al gran componente bélico de su cultura y a la práctica de los sacrificios humanos. Los relatos recopilados por historiadores españoles durante la Conquista hablan de enormes matanzas donde se llegaron a sacrificar más de 84 mil prisioneros en cuatro días. Aunque esta cifra es ciertamente cuestionable, no podemos negar la importancia que el sacrificio tenía en la cultura azteca.

En el Mundo Mágico estos datos han originado un gran debate: ¿eran los sacerdotes-hechiceros aztecas practicantes de Artes Oscuras? Aquellos que afirman que sí lo eran alegan que el mito de la creación del Sol y la Luna podría contener una metáfora de cómo la sangre humana servía para conservar los poderes y vitalidad de los grandes hechiceros de Tenochtitlan. Sin embargo, los que están en contra afirman que no existe evidencia alguna de ello y que estas teorías son simples especulaciones: los sacrificios eran una práctica que, aunque condenable desde nuestro sistema actual de valores, era una constante de la cultura mesoamericana prehispánica. Y no sólo lo practicaban los aztecas: mayas, toltecas, teotihuacanos y muchas otras culturas del área también hacían uso del sacrificio ritual.

Actualmente nos es inaceptable el uso de magia que implica la muerte de otro ser humano. El último caso conocido de tan terribles prácticas se dio en la década de 1990, cuando se descubrió que Lord Voldemort había utilizado Horrocruxes para evadir la muerte. Tales objetos siniestros ocupan del asesinato para poder crearse. Incluso la muerte de algunos animales nos parece una atrocidad, como es el caso del asesinato de un unicornio.

Lo cierto es que el debate continuará entre aquellos que afirman que un asesinato es un asesinato y quienes sostienen que no se puede juzgar a una cultura desde nuestra actual visión moral. Lo interesante de este debate es que hace eco de otras discusiones que actualmente cuestionan a la humanidad en su conjunto: ¿es la pena de muerte una solución aceptable contra criminales terribles? ¿Se puede justificar una guerra al catalogarla de preventiva? Estos son temas en los que sin importar si se es mago, muggle, duende o elfo doméstico, la respuesta ha de plantearnos quiénes somos realmente.

Recursos de Investigación:

http://es.wikipedia.org/

Actividades:

1. Investiga y nombra algunos de los elementos de la Cultura Azteca que se pueden encontrar reflejados en la cultura y símbolos del México actual. Preséntalos de manera creativa ante tus compañeros.

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