El Pueblo Maya
Los Mayas son un pueblo mesoamericano que se asentó alrededor del año 1000 a.C. en las selvas de la Península de Yucatán, el Petén, el norte de El Salvador y el occidente de Honduras. Las actuales teorías arqueológicas debaten una relación directa entre los primeros pueblos mayas (conocidos como protomayas) y los Olmecas. Los Mayas alcanzaron un gran desarrollo como civilización a pesar de un entorno ambiental inhóspito.
La Cultura Maya tuvo dos grandes picos de esplendor a lo largo de su historia. El primero se dio en el Petén durante el denominado Período Clásico y fue originado por la influencia de Teotihuacan sobre ciudades como Palenque, Tikal y Yaxchilán. El segundo momento de esplendor ocurrió en la Península de Yucatán durante el Periodo Posclásico vinculado a la migración tolteca hacia ciudades como Chichén-Itzá y Mayapán.
Las Ciudades-Estado y la sociedad maya
Cuando las primeras ciudades mayas en ruinas fueron descubiertas por los arqueólogos a mediados del siglo XIX, la grandeza de sus edificios y su enigmática escritura jeroglífica hizo pensar a los estudiosos en un basto imperio dirigido por una élite de sacerdotes y escribas. En realidad, el mundo maya era un gran tapiz de ciudades-estado que luchaban por el control de los pocos recursos de subsistencia en medio de la selva tropical. Estas ciudades eran controladas por una poderosa casta guerrera.
La estratificación social era muy marcada. En la cumbre del poder estaba la Nobleza que ostentaba el poder político y religioso. Los principales señores de las ciudades eran los Kuhul Ajaw, grandes reyes con poderes tanto chamánicos como sacerdotales. La nobleza estaba también conformada por jefes militares, mercaderes y sacerdotes. El supremo sacerdote era llamado Ahuacán, “Señor Serpiente”, y sus funciones se relacionaban con los rituales, los sacrificios, la adivinación, la astronomía, los cálculos cronológicos, la escritura jeroglífica, la educación religiosa y la administración de templos. Por debajo de la nobleza estaba la Gente Común: campesinos, pescadores, leñadores, albañiles, artesanos, tejedores, etc. Y más abajo estaban los Esclavos, capturados en conflictos con otras ciudades o castigados por haber cometido algún delito.
Palacio de la ciudad maya de Palenque.Agricultura, comercio y economía
La agricultura era el eje de la economía maya, pero dicha actividad estaba muy restringida por las características ambientales de la selva tropical. Esto obligó a los mayas a desarrollar técnicas de cultivo que les permitieran aprovechar al máximo los recursos naturales. Algunos estudiosos sostienen que un uso indebido y extensivo de los recursos agrícolas por parte de las muy pobladas ciudades mayas podría haber influido en el colapso del sistema social que llevó a la caída de esta civilización.
Entre los principales productos cosechados destacan el maíz (de gran importancia religiosa y principal fuente alimenticia), el cacao (utilizado como bebida ceremonial e incluso moneda), el frijol, el chicle y la calabaza. También se producía miel y se domesticaron pavos. La carne se obtenía de la caza de venados, armadillos, conejos, tepezcuintles, monos, faisanes y pecaríes.
Los mercaderes eran miembros importantes de la nobleza debido a la gran necesidad que tenían las ciudades mayas de comerciar con otros pueblos en busca de productos que no se daban en sus propias regiones. Toda ciudad maya tenía un mercado importante donde se exhibían los productos traídos de lugares distantes: jade, conchas, productos del mar, sal y pedernal, entre otros. El comercio a su vez alentó la creación de un intrincado sistema de caminos que recorrían la selva conectando las diversas ciudades mayas.
Cultura y Escritura
El arte maya alcanzó su máximo esplendor durante el Período Clásico, entre los años 200 y 900 d.C. Este apogeo se puede apreciar en los hermosos murales de San Bartolo y Bonampak. Era común la creación de finas piezas de cerámica, estatuillas de jade y arte con plumas, principalmente de quetzal y guacamaya. La música se basaba en dos tipos de instrumentos: de viento (silbatos, flautas y caracoles) y de percusión (xilófonos de piedra o madera, bastones de madera huecos con semillas dentro y caparazones de tortuga).
La escritura maya es con frecuencia denominada jeroglífica, debido a su parecido superficial con la escritura del Antiguo Egipto. Pero en realidad es un sistema de símbolos fonéticos e ideogramas cuya función pictográfica es más parecida a la escritura china. La decodificación de esta escritura se logró mediante el estudio de las estelas de piedra, debido a que la mayoría de los libros mayas (códices) fueron destruidos durante la Conquista Española. Sólo 4 lograron sobrevivir: el Códice Dresde, el Códice Tro-Cortesiano, el Códice Pereciano y el Códice Grolier. Además, los misioneros españoles lograron rescatar otros 3 relatos durante la colonia: el Chilam Balam, el Popol Vuh y los Anales de los Cakchiqueles. De estos, sólo el contenido del Popol Vuh ha sido confirmado con material previo a la Conquista.
En las ciencias, los mayas lograron un gran desarrollo de la astronomía, construyendo imponentes templos-observatorios como el de Chichén-Itzá y diseñando un año de 365 días. En las matemáticas utilizaban un sistema de 20 dígitos y llegaron a desarrollar el concepto del 0 mucho antes que en el Viejo Mundo.
El estilo arquitectónico maya quedó plasmado en pirámides, templos, palacios, canchas del juego de pelota, observatorios astronómicos y calzadas en grandes ciudades como El Mirador, Tikal, Palenque, Calakmul, Cancuén, Uxmal y Chichén-Itzá.
Jeroglíficos mayas del Período Clásico.
Religión MayaLos rituales religiosos fueron uno de los pilares de control político y social que permitió a las clases gobernantes mayas el poder necesario para el desarrollo de su civilización. Al igual que las ciencias, la religión estaba en manos de una jerarquía selecta que procuraba vincular a los reyes con el poder divino.
Las divinidades mayas muestran un principio naturalista y dualista: los poderes de la naturaleza combatiéndose y complementándose constantemente. Los principales dioses del panteón maya son:
- Hunab Kú: gran padre creador del mundo que hizo nacer a los hombres a partir del maíz.
- Itzamná: señor de los cielos, el día y la noche; hijo de Hunab Kú. También considerado dios del sol, se le atribuye la invención de la escritura y el calendario.
- Kukulkán: la Serpiente Emplumada, dios del viento. Se trata del Quetzalcóatl teotihuacano.
- Ixchel: diosa de la luna, las inundaciones, el embarazo y el tejido; esposa de Itzamná.
- Chac: poderoso dios de la lluvia, la fertilidad y la agricultura. Era uno de los más populares y corresponde al Tláloc teotihuacano.
- Wakax Yol K’awil o Nal: dios del maíz y los bosques.
- Ah Puch: dios de la muerte.
- Kakupakat: dios de la guerra.
En la religión maya la vida del mundo es cíclica, al igual que el tiempo. Antes de nuestro mundo existieron otros que fueron destruidos por diluvios, y al igual que ellos, nuestro mundo también será destruido por un diluvio cuando llegue la hora. Entonces nacerá un mundo totalmente nuevo. El ser humano fue creado del maíz, y por ello somos hombres de maíz. Pero antes de nosotros existieron otros hombres hechos de madera y barro. Pero estos no fueron gratos para los dioses y por ello fueron destruidos.
Xibalbá, el Inframundo Maya
Para los mayas, cuando una persona muere se dirige a Xibalbá, el Inframundo, donde aguardan las almas para renacer como una persona distinta. Para llegar a este lugar, el muerto debe atravesar un río subterráneo ayudado por un perro. Por eso se le entierra con una pieza de jade para que se la dé al animal como pago por su ayuda.
La húmeda Xibalbá representa la dualidad de la religión maya: es la cuna de la lluvia, el maíz y la vida, pero también es lugar de muerte y hogar de seres monstruosos. Las cuevas son las entradas al inframundo y por ello cada cueva es sagrada.
Según se narra en el Popol Vuh, los malvados dioses de Xibalbá estaban enfurecidos con dos hermanos gemelos que hacían mucho ruido jugando a la pelota. Los dioses los retaron a un juego y tras ganar, los sacrificaron y sepultaron. Sobre sus tumbas creció un árbol con forma humana que escupió en la mano de la diosa Xquic. Esta quedó embarazada y tuvo a los dioses gemelos: Hunahpú y Xbalanqué. Viendo que eran buenos jugadores de pelota, los dioses de Xibalbá los retaron a jugar y después de derrotarlos, los mataron y tiraron a un río. Pero los hermanos gemelos renacieron y regresaron a Xibalbá con un plan para vengarse. Xbalanqué decapitó a Hunahpú y después lo reconstruyó y regresó a la vida. Hunahpú aseguró que aquello era muy divertido, por lo que los malvados dioses de Xibalbá también quisieron ser decapitados. Los gemelos aceptaron con gusto pero se negaron después a revivirlos. Así se convirtieron en Señores de Xibalbá: Xbalanqué el Sol y Hunahpú la Luna.
Anotaciones para el Mundo Mágico: La búsqueda del Cóatl
¿Es posible que una especie aún no identificada de dragón habite en las selvas centroamericanas? Esta pregunta ha atraído a muchos investigadores del Mundo Mágico hasta la región mesoamericana en busca de la legendaria Serpiente Emplumada. El Cóatl (Ophidiotrogon quetzalcouatlis) ha sido durante mucho tiempo un motivo de discusión entre los expertos de la fauna mágica. Para muchos se trata simplemente de una alusión simbólica a la divinidad del viento Quetzalcóatl (llamado Kukulkán por los mayas), y más tarde un emblema de un legendario caudillo de origen tolteca que llegó a la Península de Yucatán durante el Período Posclásico.
Pero algunos aún no están convencidos y creen que las culturas mesoamericanas habrían utilizado el simbolismo de un animal real, tal como hicieron con el jaguar y el quetzal. En 1955 la búsqueda del Cóatl reunió a dos leyendas de la investigación de la fauna mágica: Newt Scamander (experto investigador y autor del clásico Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos) y Harvey Ridgebit (estudioso de dragones quien capturó por primera vez a un Diente de Víbora peruano y fundó el santuario de dragones de Rumania). La expedición duró casi tres meses y recorrió algunas de las zonas más densas de la selva del Petén guatemalteco. Pero no se lograron mayores evidencias más allá de los relatos de testigos oculares que describieron a la criatura: una serpiente sin extremidades de más de cinco metros que habita en las ramas altas de los árboles; está cubierta por un plumaje de un vivo color verde, parecido al del quetzal, y posee unos ojos rojos tan intensos como el fuego.
En 1973 el criptozólogo muggle Rogelio Cohénez aseguró haber visto un Cóatl en la selva de Monteverde en Costa Rica. Un avistamiento tan al sur llamó la atención de Scamander y Ridgebit, quienes comenzaron los preparativos para una segunda expedición. Sin embargo, esta nunca se llevó a cabo debido a la sorpresiva muerte de Ridgebit ese mismo año. Hoy en día, el Cóatl sigue siendo un misterio.
Recursos de Investigación:
http://es.wikipedia.org/
“La Gloria y la Ruina de los Mayas”, revista National Geographic en español, agosto de 2007
“Los Mayas y su Descenso al Inframundo”, revista National Geographic en español, noviembre de 2004
Actividades:
1. Averigua y presenta de manera llamativa información sobre el antiguo Juego de Pelota mesoamericano practicado por los Mayas. ¿Por qué este juego tenía importancia ritual para los Mayas?
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