lunes, 29 de septiembre de 2008

1.4. La Edad Antigua

¿Qué es la Edad Antigua?
La Edad Antigua es el periodo histórico siguiente a la Prehistoria. Según la visión más tradicional, abarca desde la aparición de la Escritura hasta la Caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. Sin embargo, los historiadores más progresistas definen el comienzo y el final de este periodo a través del análisis de los sistemas sociales y niveles técnicos de las culturas. Es así como los modernos parámetros para marcar el inicio de la antigüedad toman en cuenta el desarrollo del comercio, la invención de la escritura, el refinamiento del pensamiento religioso y filosófico y la aparición del Estado.
La Edad de los Metales
Este es un periodo de evolución tecnológica de la humanidad que se caracteriza por el desarrollo de la metalurgia. No se puede dar una fecha única de su inicio, pues se relaciona directamente con la expansión de los conocimientos del trabajo de los metales por el mundo. En algunas zonas habría comenzado poco antes del inicio del Neolítico y finalizaría hasta el pleno auge del Mundo Antiguo Clásico (periodo de esplendor greco-romano).
La Edad de los Metales se divide en tres periodos:
  • Edad de Cobre: aunque se han encontrado en Irán objetos de cobre tan antiguos como 9500 años antes de Cristo, no es sino hasta el 6500 a.C. que se comienzan a crear con regularidad objetos de este material trabajado en frío en la meseta de Anatolia (Turquía). Alrededor del 4100 a.C. se desarrolla las técnicas de fundición de cobre en la región de Medio Oriente, coincidiendo con la aparición de las primeras grandes civilizaciones como Sumeria y Egipto.
  • Edad de Bronce: son los egipcios quienes comienzan a añadir estaño al cobre dando origen al bronce alrededor del 3000 a.C. La necesidad por conseguir los materiales necesarios para la aleación del bronce provoca una fuerte exploración e intercambio comercial a lo largo del Medio Oriente, el Mediterráneo y la costa atlántica europea. Esto alentó el desarrollo de la construcción de barcos. En Asia el bronce aparece por primera vez relacionado a la cultura del Valle del Indo durante el tercer milenio antes de Cristo, y con la mítica dinastía Xia de China durante el segundo milenio. Sin embargo, alcanzaría su mayor apogeo durante la dinastía Shang.
  • Edad de Hierro: a pesar de ser uno de los elementos más abundante en la Tierra, el hierro no fue dominado hasta finales del tercer milenio antes de Cristo. A mediados del segundo milenio los Hititas del Medio Oriente controlaron y monopolizaron el trabajo del hierro, comerciando con egipcios, sirios, asirios y fenicios entre otros. En 1200 a.C. el Imperio Hitita fue destruido por los Dorios y el secreto de su trabajo se difundió por todo el Medio Oriente y Europa. La fortaleza del hierro revolucionó la fabricación de herramientas agrícolas y armas de guerra. En China el hierro compitió fuertemente con el bronce, el cual había llegado a un desarrollo exquisito de su técnica en las forjas chinas. Sería hasta el Primer Imperio Han (202 a.C.) cuando se extendió su uso. De allí pasaría a Japón a manos de la cultura Yayoi que acabaría con la aún neolítica cultura Jomon.
Caldero ceremonial chino fabricado en bronce.

El desarrollo de las ciudades: poder político y comercio

Durante los primeros siglos de la Edad Antigua se consolida la sociedad urbana que había comenzado a desarrollarse con los primeros grandes asentamientos del Neolítico. La ciudad se convierte en el núcleo principal del desarrollo y la actividad humana. Es aquí donde se asientan las estructuras de poder que ejercen su influencia sobre las regiones rurales circundantes. El comercio y la conquista militar permiten la exploración de bastas regiones y el enriquecimiento de las ciudades. Aparece el poder civil separado del religioso, encarnado por reyes seculares y militares que trabajan en estrecha relación con la burocracia sacerdotal. Troya, Creta y Sumeria se cuentan entre las primeras potencias estatales del mundo. Pronto el poder evoluciona a un nuevo nivel: los imperios. Para el final de la Edad Antigua la gran mayoría de las principales civilizaciones de Europa, Asia y África estaban conectadas por rutas comerciales, y el dominio del “mundo conocido” se repartía principalmente en dos grandes imperios: el Imperio Romano en Europa y el Imperio Han en China.

Cultura y Religión

Con la vida urbana la sociedad se vuelve más compleja. Aparecen nuevas clases sociales como los mercaderes y los funcionarios públicos. Las tradiciones chamánicas, animistas y de culto a la Gran Diosa Madre dan lugar al desarrollo de religiones con estructuras mitológicas complejas y dirigidas por clases sacerdotales de gran investidura y poder social. La construcción de templos para la práctica religiosa es una prioridad en las ciudades. La tradición oral es relegada a un segundo plano al desarrollarse los sistemas de escritura de manera independiente en varios puntos del planeta. En esto los intereses comerciales también tendrían responsabilidad.

Pero la escritura también permite el desarrollo de la vida cultural. Nace la literatura y el quehacer científico. Alrededor del siglo VI a.C. se da el primer gran estallido filosófico en diversas partes del mundo, de la mano de figuras como Pitágoras de Samos, Tales de Mileto, Isaías, Zaratustra, Buda, Mahavira y Confucio. Se da un gran desarrollo en la ingeniería, la arquitectura, la medicina, la astronomía, la historia, la geometría y la aritmética. En Grecia y la India se desarrollan las bases del álgebra.

Para el final de la Edad Antigua el monoteísmo se impone en el mundo romano con el desarrollo del Cristianismo, religión nacida a partir del Judaísmo hebreo. A inicios de la Edad Media aparecería en Arabia la tercera gran religión monoteísta: el Islam.

Vista panorámica del teatro griego de Epidauro.

La Edad Antigua en América

El desarrollo de la Edad Antigua en el continente americano tiene sus propias particularidades debido al aislamiento de esta región tras el final de la última Era Glaciar. No existe ningún momento en la historia americana que sea equiparable a la Edad Media, y por tanto la Antigüedad se extiende hasta la llegada de los europeos en 1492 d.C, momento en el cual el choque de culturas crea un gran salto social hacia el inicio de la Edad Moderna. Pero no hay que pensar que esta alteración del desarrollo histórico es exclusiva para las culturas americanas. Recordemos que justamente el descubrimiento europeo de América da origen al colonialismo y el desarrollo de los imperios de ultramar, impulsando la Edad Moderna en Europa.

La gran mayoría de las características aplicadas a las culturas antiguas euroasiáticas son aplicables fácilmente a los grandes pueblos americanos precolombinos: desarrollo de la vida urbana como eje social, expansión comercial, desarrollo de sistemas religiosos sacerdotales, impulso del conocimiento científico, aparición de la escritura, etc.

Quizás la mayor diferencia se da en el desarrollo de la metalurgia. La primera característica llamativa es la variedad de materiales que se utilizan con regularidad: oro, plata, cobre y bronce. El hierro no llegó a desarrollarse tanto como estos otros metales. Además, a diferencia de Europa y Asia, la metalurgia no incide en la economía de los pueblos precolombinos. Los objetos en metal eran utilizados principalmente con fines ceremoniales. La madera, el jade y otros tipos de piedra eran preferidos para la elaboración de herramientas. Algunos estudiosos sostienen que fue esta diferencia tecnológica la que facilitó la rápida conquista europea del continente.

Anotaciones para el Mundo Mágico: Un mundo de conjeturas

¿Cuándo comenzaron las grandes civilizaciones de la antigüedad a utilizar la magia? ¿Cuáles eran los alcances de esta? ¿Cómo eran las relaciones entre los magos y muggles antiguos? Estas son algunas de las grandes preguntas del Mundo Mágico que aún hoy no hemos podido responder. La principal dificultad es la manera en que entendemos la magia en el presente. A veces olvidamos que conceptos como muggle y magia son relativamente nuevos en la historia humana.

Blenheim Stalk, gran experto en el mundo muggle y célebre autor de “Muggles que se Enteran”, reflexiona acerca de esto en su ensayo “El muggle en mi espejo”:

“La diferencia entre muggle y mago es puramente cultural, no natural. Ciertamente existe una predisposición de ciertos humanos hacia la magia, pero es tan explicable como la predisposición de los humanos por las artes o las ciencias. Un muggle no es tan diferente a un mago como lo es un canario de un perro. ¡Eso es un absurdo! La diferencia al final de cuentas se reduce a la que existe entre un cocinero y un arquitecto. Es sólo cuestión de espíritu. Lamentablemente somos nosotros, tanto magos como muggles, los que hemos generado una brecha que parece insondable.”

Los primeros escritos donde podemos encontrar la magia referida como tal pertenecen a la cultura china. Ellos fueron los primeros en dejar constancia escrita de una separación entre lo mágico y lo religioso. En Europa tendría que esperarse al esplendor de la Grecia Clásica para encontrar referencias al estudio no religioso de la magia. Pero la mayoría de las culturas vinculó lo mágico a lo religioso. Incluso los Celtas, fundamento cultural de nuestra sociedad mágica actual, vinculaban la magia a sus creencias religiosas druídicas. Con este panorama un estudio de la magia antigua sigue entrañando un mundo lleno de conjeturas por resolver. Algunas preguntas quizás nunca lleguemos a responderlas. Pero con cada enigma develado, la Comunidad Mágica aprende muchísimo acerca de sus inicios.

Recursos de Investigación:

http://es.wikipedia.org/

Actividades:

1. Investiga sobre las 7 Maravillas del Mundo Antiguo. ¿Cuáles eran? ¿Quién las definió? ¿Por qué crees que fueron elegidas?

2. Compara esa lista con la lista de las 7 Nuevas Maravillas elegidas en el 2007.

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